miércoles, 4 de mayo de 2011

Aburrámonos ya!

Tal vez sea el pensamiento de muchos al enterarnos de los constantes "caraderajismos" parlamentarios. Es que ya estamos aburridos de la inoperancia política que tenemos que vivir y enfrentar cada vez que como comunidad nos planteamos nuevos desafío.

Primero 6 mil espectadores y el poder popular logra un estadio para "12 mil", que terminó en un vergonzoso 1/4 de estadio, diseñado y creado en su primera etapa de ejecución para esa clase política y de elite, que se regocija en sus lindas butacas en desmedro del verdadero hincha del Curi, del hincha de popular que en los buenos y malos momentos se hace presente sin importar más nada.

Ese grupo que disfruta del 1/4 estadio, seguramente nunca apoyará una protesta por internet o una marcha ciudadana, seguramente no le interesa las deficiencias técnicas de la cancha, pista, ascensor, etc. Para eso está el resto de "pelotudos comunistas" que no se conforman nunca.

Esto no es política, esto es dignidad y respeto a una ciudad, que pese a los resultados en las urnas, sigue luchando por una clase política de verdad (sin partidos), interesados en el bien común de nuestra provincia.
Seguramente con la disminución de locaciones nunca seamos sub-sede de nada, como profesa y fantasea el clan "analfapolitico" que nos representa, que cree que un escenario es la solución a la disconformidad popular, un escenario que seguramente será un mero adorno, ya que la ciudad ni siquiera recuerda algún tipo de espectáculo masivo salvo el famoso bingo y una como siempre discreta fiesta del vino.

Antes de construir grandes anfiteatros, preocupémonos de generar cultura en nuestros niños, generar iniciativas deportivas, incentivar las artes y la recreación, factores fundamentales en el correcto desarrollo de nuestros pueblos que se ven obviados de toda esta gama de posibilidades de esparcimiento y conocimiento.

Sabemos que todo lo nombrado anteriormente es algo que difícilmente veamos incentivado en esta latitud, seguramente y obviamente no les conviene, no quieren que pensemos, no quieren que nos manifestemos y menos que los critiquemos. Somos una tierra orgullosamente huasa, pero en ningún caso ese apelativo nos hará cargar con el estigma de la ignorancia o la pasividad ante estos semi-dioses de terno y corbata que día a día conspiran contra quienes los eligieron, manejando sus mentes a través de propios canales de televisión o radioemisoras que se alejan largamente de los valores pluralistas y objetivos que se deben tener los medios masivos de comunicación.

Aburrámonos ya! de ser pisoteados; tal vez sea el momento y la generación indicada para tratar de hacer cambiar este excluyente sistema, tal vez sea el momento de demostrar que todos juntos queremos un mejor futuro para nuestras próximas generaciones, para nuestro club, nuestra ciudad y nuestra patria.